sábado, 22 de diciembre de 2018

Vermissen

Sábado por la tarde, Placebo, de mis favoritos sonando de fondo. Releo todo lo que me has escrito y me duele el alma. Allá afuera hay un mundo enorme, entero y frío. Sin embargo, lo único que quiero, es a ti.

lunes, 30 de abril de 2018

Hidden

Cuando piensas que todo el mundo esconde algo, así es: las pasiones más fuertes, los latidos más intensos, la felicidad más pura. Nadie quiere ser herido y compartirlo implica lastimar y ser lastimado. ¿Hasta dónde puedo compartirte, sin salir malherida? Yo sólo veo lo que me has querido mostrar y tal vez un poquito más, porque hay cosas que aunque piensas que ocultas, están ahí. Es lindo tener ese toque de melancolía y seriedad tan tuyo. También es lindo tener tu risa tonta que me hace reír sólo de escucharla. Si hay toda una vida para estar juntos, ¿sólo yo me obsesiono con querer conocer todo lo posible de ti? Me gustaría tanto que fueras un libro abierto para poder leerte, pero no es así. Mi lado obsesivo sale a la luz y es cuando me doy cuenta de que el querer tener el control de lo que me das no recae en mi, es todo tuyo: tu compartes sólo lo que me quieres dar. 

martes, 27 de marzo de 2018

Odio

Gracias por todo este tiempo que has sido basura conmigo, porque gracias a eso soy más fuerte que tú y tu careta falsa de que no pasa nada. Yo pregunto: como te sientes de verme enojada y llorando y tú respondes que bien. ¿Qué clase de persona hace eso? Una que es miserable y que quiere hacer sentir igual al otro. ¿Qué clase de promesa es: lo voy a dejar de hacer y en menos de 3 semanas ya está ahí otra vez? Gracias por no sentir culpa ni empatía, por hacerme sentir ridícula y fuera de lugar. Porque en una discusión real hay enojo y ofensas, pero también hay arrepentimiento y perdón. Esos últimos 2, nunca han llegado por más que he esperado. ¿De qué me sirve llorar y ser sensible? Sólo da pie a que me trates mal, a que te burles de mi, a que aumente tu coraje. Y eso pasa, tal vez, porque me tienes envidia, porque nunca vas a poder sentir con la intensidad que yo siento, porque nunca vas a dejar que nadie te conozca lo suficiente como para poder lastimarte. Eso sólo me da lástima, aunque ya sé que no la quieres y no me la estás pidiendo. Así de cruel eres.