viernes, 9 de julio de 2021

Lo que no fue

Vienes en el último sueño antes de despertar. Debe ser porque vi tu cara en una publicación de FB. Estabas ahí con un gatito recargado en ti y vinieron muchas cosas, tantas. Recordar que fuiste mi primer beso, aunque tú no lo sabías, recordar ese trato con tanto cariño y con tacto tembloroso, no por no saber lo que hacías, sino porque supongo, hubo emoción en el momento. Vino recordar que me dijeran que presionara, pero no quise, porque fue solo un momento, nuestro momento. Y fue solo un poquito más allá de la amistad, porque el siguiente paso, al  menos yo, aún no estaba lista para darlo. Fue recordar lo que pudo ser cuando varios años después Sergio me contó como te veían ellos, así casual y minimizada la situación donde yo pude tenerte con solo una palabra. Y verte ahí, casi igual a como te recordaba me hizo pensar en lo que F me dijo de mi relación: es un poeta. Y entonces todo llegó de golpe, porque contigo pude ser yo la señora de la casa, con viajes por el país, muestras de afecto sin aburrimiento. Pero también está el otro lado: pude ser la que no creció, la que se quedó con lo que le dijeron y la que ahora mira para allá con cariño y tal vez con nostalgia, pero no con envidia. Hay cosas que ella tiene de ti y que si quisiera tener, pero tal vez no en este momento. 
Quiero todo. Y si algo he aprendido con estos años, desde ese beso en el auto, es que la única persona que me lo puede dar, soy yo misma.

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