domingo, 20 de diciembre de 2009

Una silla para la bolsa

Entramos en una cafetería de esas que tienen café rico, pero caro. Lo hicimos porque me dolían los pies y ese era el lugar más cercano con silloncitos para sentarse. Dos americanos y ya, el té de ahí es de sobrecito.

Nos sentamos en el silloncito para dos personas, sin mesita enfrente. Por ahí se ve desfilar toda clase de, como bien dice Vic, personas que quieren ser, pero no son y niegan lo que son, esperando ser.

Una de ellas, estaba con su amigo-a-ver-si-se-deja-algo-más. Él finjía estar en su notebook -realmente si tecleó 20 palabras fueron muchas- y ella estaba leyendo un libro -realmente si leyó media página, realmente se esforzó- y estaban tomando cafesito de lo más agusto.

De pronto él se levanto a contestar la llamada-que-salvará-al-mundo y ella se quedó sola; traía una bolsa de esas enormes que cuestan lo que yo gano en un mes de trabajo y estaba acomodada junto a ella en la misma silla. De pronto, creo que decidió afirmarse como lo que no es y se volteó para pedir a la señora que estaba en la mesita de a lado que le "prestara" una silla para estar más "comoda".

Acá, el climax del asunto fue que la silla sirvió para que ella acomodara su bolsa -después de todo, la bolsa lo vale- en la silla y ella subiera sus pies.

Después, su amigo regresó y continuaron en su reunión harto intelectual -como sólo ellos saben hacerlo- por otro rato más.

No nos quedamos a ver el desenlace de la telenovela, ya habiamos tenido nuestra propia plática: la unifila, mi horrenda pesadilla, el conejito sacado del sombrero, la indigestión de la pizza que comimos, el dolor en mis piecitos,  el libro que estoy leyendo sobre los altos, los medios y los bajos y cómo rota el poder, la verdad.

La próxima vez, pediré una silla para mi costal pulgoso de 50 pesos, en vez de dejarlo caer en el suelo, ahí bueno donde no lo pisen. He dicho -bueno, realmente: no-.




martes, 8 de diciembre de 2009

Continuar

Bueno, ahora que tengo mi ing. y un trabajo del que al parecer no me corren hasta que se harten o hasta que yo quiera, ahora que tengo a mi V, ahora que ella no esta, he decidido cual será mi siguiente paso, no es fácil, pero lo he decidido.

Escribiré un libro.

Tal vez no sea el mejor libro de toda la historia, pero, hablará acerca de ella, de su familia, de nosotros.

La tarea de contar su historia parece muy fácil, después de todo estuvo siempre ahí para mi y sin embargo, también parece abismal, porque no creo haberla conocido totalmente. No le gustaba robar reflectores, ella prefería ser quien producía la obra.

Prometo dar mi mejor esfuerzo y contarlo como yo la vivi.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Ing.

Bueno, esta hecho. Ahora soy Ing.

El examen profesional fue como un sueño, ligero. No hubo carga, no hubo culpas, no hubo angustia excesiva -la común en mí, o tal vez un poco menos-.

Simplemente fluyó de manera ligera, un poco como una suave corriente de río. No hubo grandes sorpresas.

Me hubiera gustado que ella estuviera ahí, sin duda habría llorado porque su niñita se le titulaba. No pudo ser. Sin embargo, todo este trabajo, todo este esfuerzo, los desvelos, el cansancio, la angustia, todo, todo y todo, va por ella.

Antes no lo veía así, pero ahora poniéndolo donde yo considero que va, he caído en la cuenta de que ella era una gran motivación para sacarlo, para volverlo a intentar después de una caída. No sólo era ejemplo, también era reto. La extraño tanto.

Al final, no sólo va por ella, va por Kat y por mi pa, va también por mis amigos, mis profesores, por mi misma.

Aún no se si haré algún posgrado, la vida da para muchas cosas. El camino es largo y después de todo, hay más tiempo que vida.

Viaje ligero

Cuando la realidad supera lo que se ha estado esperando, cuando el amor llega de la manera menos pensada, cuando has encontrado a la persona con quien quieres compartir el resto de tu vida, cuando ahora se es uno sin dejar de ser dos, entonces, la realidad ha superado lo que se anhelaba, y por mucho.

Muchas veces las palabras son torpes para expresar todo lo que se quiere decir, todo lo que se siente, sin embargo, cuando la otra persona te lee sin necesidad de ellas, es maravilloso, simplemente hermoso.

Realmente se esta completa, se vive cada día intensamente, se dice lo que se siente sin temor a ser juzgada.

He encontrado a mi complemento y a quien complemento, con quien quiero estar todo el tiempo, con quien quiero compartir mis sueños, ilusiones, sentimientos y pensamientos, a la persona con quien quiero pasar el resto de mis días, por fin alguien con quien quitarme la careta -porque cansa, es pesada- y solo ser yo misma.

Ahora estamos de camino a Ítaca juntos y no importa si no llegamos, lo que importa es el viaje. Pero para viajar, hay que hacerlo ligera, hay que dejar cargas que sólo estorban.

Vic: gracias por ir hacia Ítaca juntos.