viernes, 4 de diciembre de 2009

Ing.

Bueno, esta hecho. Ahora soy Ing.

El examen profesional fue como un sueño, ligero. No hubo carga, no hubo culpas, no hubo angustia excesiva -la común en mí, o tal vez un poco menos-.

Simplemente fluyó de manera ligera, un poco como una suave corriente de río. No hubo grandes sorpresas.

Me hubiera gustado que ella estuviera ahí, sin duda habría llorado porque su niñita se le titulaba. No pudo ser. Sin embargo, todo este trabajo, todo este esfuerzo, los desvelos, el cansancio, la angustia, todo, todo y todo, va por ella.

Antes no lo veía así, pero ahora poniéndolo donde yo considero que va, he caído en la cuenta de que ella era una gran motivación para sacarlo, para volverlo a intentar después de una caída. No sólo era ejemplo, también era reto. La extraño tanto.

Al final, no sólo va por ella, va por Kat y por mi pa, va también por mis amigos, mis profesores, por mi misma.

Aún no se si haré algún posgrado, la vida da para muchas cosas. El camino es largo y después de todo, hay más tiempo que vida.

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