V day

Bueno, para muchas personas este día es importante, significativo. Para mí realmente no.

No es que me la viva amargada, claro que hay amor en mi vida, harto: hacía la familia, los amigos, mi V, sin embargo y tal vez suene como cliché, yo considero que para estar con alguien, para decirle cuanto le aprecias, le amas, no es necesario un día al año. Esto para mí es todos los días, con cada acto, con cada pensamiento, con cada momento -bueno o malo- que se convive, que se conoce a la otra persona.

No es necesario dar regalos cursis o tontos como la tacita rosa o el chocolate en forma de corazón, eso es superficial. Mil veces mejor dar una platicadita, un abrazo, animos, mil veces mejor dar algo con cariño, para eso no hay fechas.

Y tampoco es necesario montar el escenario: las velitas, el mantel, la cena, bla, bla bla. Cuando algo se quiere dar, se da, cuando se quiere tener un detalle, se tiene. No por esperar a ver que me van a dar de regreso, si no realmente por el puro gusto de darlo a la persona que queremos, que amamos.

Eso, entonces convierte no todos los días en 14 de febrero, si no más bien, hace especial cada momento que se vive así con las otras personas y entonces realmente se cobra conciencia de las relaciones que se tiene con los demás.