viernes, 31 de octubre de 2008

El valor de las cosas

Realmente no estoy segura de si es un valor o conciencia adquirida por valorar a las personas y a los objetos materiales.

Con ambos se debe tener cuidado -más con las personas-, sin embargo, cuando se trabaja para obtener algo -incluso sacrificando tiempo valioso con las personas-, pues desde mi punto de vista hay que darle algún valor.

En mi caso particular, desde pequeña se me enseñó a respetar la propiedad ajena y a no tomar cosas que no son mías, de la misma manera que cuando se quiere algo, hay que trabajar para obtenerlo.

Entonces, no se hasta que punto es válido sacrificarse por lo que se desea, porque no perderse en el camino es uno de los objetivos principales a lograr.

¿Dificultades? Si, siempre. Pero sin ellas, entonces, ¿dónde queda la mágia de intentar las cosas? Por qué entonces, la lucha muchas veces es más divertida que el obtener las cosas en sí.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Libros, libros y mas libros

Uno de los mejores placeres de la vida: leer. Si, ya se que no a todos les gusta leer -aún no entiendo bien el por qué-, supongo que existen diversas circunstancias que hacen que la gente le agarre aversión a la lectura.

Sin embargo, considero que el mundo de los libros es maravilloso: llegas hasta donde tu imaginación te de, no hasta donde el autor marca -siempre se puede ir más allá-, abres tu mente a otras formas de pensar, a otras formas de ver la vida y de pasadita adquieres un poquito de vocabulario. Incluso en el mejor de los casos haces tus ensayos -muchos medio o totalmente fallidos, como este- con la aspiración a algún día lograr algo coherente y legible.

Otro punto importante es realizar el "ritual" de ir a una biblioteca: tantos libros de tantos temas ahí juntos, simplemente maravilloso y encantador. Hay de todo, desde el libro más serio y formal hasta aquellos que cuentan chistes para atraer al lector. Para mí es como realizar un mini-retiro espiritual, aislarse del mundo, del ruido, de las (pre)ocupaciones: saltar la rutina.

Es por ello que cada que voy a una biblioteca mi mente no alcanza a comprender como es que hay gente que puede rayar o mutilar un libro, como si de por si la situación de la lectura en México no anduviera mal...

Pero volviendo al punto focal: yo considero que la lectura comienza como una obligación -recordando la primaria- despúes tal vez se convierta en un habito -recordando la secundaria-, pero el verdadero salto importante se da cuando se convierte en un placer, cuando no se hace por obligación o por necesidad, si no por aquella pasión de entrar en otro mundo -que muchas veces no es el real o en el que nos desenvolvemos- y entonces se da de forma natural.

No todos pasan por este proceso, porque cada cabeza es un mundo, sin embargo así fue como me paso a mí, aunque mucha gente se queda en el "leer por obligación" y nunca le encuentran el gusto. Yo en lo personal pase de la "obligación" al "habito" gracias a mi maestra de español de la secundaria. Sin embargo, el gusto real por la lectura lo tuve hasta la preparatoria y fue gracias a mi profesor de literatura.

Lo anterior me lleva a decir que él como se nos presenta un libro es también un factor importante en nuestra relación con la lectura: si se hace de forma atrayente, casí como seduciendonos, el caer es más fácil. Yo puedo decir que fue gracias a como se me presentó un libro es que le tomé gusto a la lectura y me considero afortunada de haber sido atraída hacía ellos.

Cada que entro a una biblioteca y me siento a leer un libro, siempre me llega como que el momento de la "reflexión" y es inevitable volver a recordar mi camino obligación-habito-placer, me hace acordarme de personas, situaciones y otros libros. Por que además hay un plus: los libros no son celosos entre ellos, al contrario: puedes tener siempre más.

sábado, 25 de octubre de 2008

Firma de autografos

Una de las cosas que más me gustan en la vida es la música. Escucharla e intentar entenderla -es más de lo que parece la música o dice la letra- es algo que tiene prioridad en mi. No todos le dan la oportunidad de mostrarse, de desenvolverse, simplemente juzgan por tal o cual genero o tal o cual cantante y eso -para mi- es como juzgar a un libro por su portada.

Solo he ido a 3 firmas de autografos en mi vida y 2 han sido del mismo grupo. Ayer me escape: no fuí a cubrir mis horas de becaria ni a ver a mi asesora de tesis -todo sea por la música- y me fuí a mi tercera firma de autografos.

Cada que me entero de que viene una de ellas pienso: ¿me gustan tanto como para ir a formarme todo el día, verlos 5 minutos de cerca y luego salir? Cuando la respuesta es irracional -o sea un si- es cuando la emoción comienza.

El irse a formar y esperar es un proceso divertido, te conoces un poco mas a tí misma: cuan paciente eres y tu capacidad de socializar con los que al igual que tu estan en la fila. Yo generalmente no tengo problemas para iniciar una conversación. Lo que me paso ayer fue divertido y extraño al mismo tiempo. En la fila había dos chavas que me dijeron: yo te conozco de algún lado, tu cara me es familiar.

Conocí a varias de ellas que iban solas porque sus amigos no las acompañaron y entonces nos hicimos compañía entre nosotras. Aquí entra lo que alguna vez dijo el vocalista del grupo al que fuimos a ver: "hacer amigos en mi país puede tomarte años, por eso me gusta venir a México, aquí la gente es tan calida que puedes hacerte amigo de una persona en un sólo día".

Y tiene razón, yo hice amistad con varias de ellas, intercambiamos correos electrónicos e incluso con una de ellas platiqué de cosas que sólo platico con mis amigos mas allegados. Ahora, razonando el proceso es divertido, atesoras recuerdos con gente que conoces el mismo día, que tienen su propia historia y que sin embargo convergen contigo en una situación así.

Realmente ya cuando sales con tu disco firmado, un beso o un abrazo del artista -con o sin foto del recuerdo-, es algo que hace que estar ahí mas de 12 horas valga la pena todo. Para mí no fue una perdida de tiempo, fue el vivir otra situación, otras personas, otro entrono, enfrentarlo y salir bien de ello, con ganancia, una buena ganancia.

jueves, 16 de octubre de 2008

Yo puedo

Bueno, ya basta de andar chillando por los rincones, de andar dando pena ajena, de tirarse al drama y esperar de los demás algo que de sobra sé que no me van a dar -porque no lo tienen, no lo quieren dar, o no saben que lo necesito-.

Mi amigo del alma tiene razón al decirme que de nada sirve andar triste si con esto no se arregla nada, es mas el mismo me prohibió andar haciendolo: tienes que dejar de preocuparte y empezar a ocuparte. Sabias palabras, sobre todo viniendo de alguien que se las anda viendo mucho mas negras que yo. Eso es perseverancia y merece mi admiración y respeto.

Aun más: mi querida maestra al ver que no todos podíamos hacer lo que nos pedía, lo volvió a explicar una vez mas y al ver que seguíamos sin entender, lo volvió a explicar una tercera vez. Y al finalizar nos dijo: si muy bien, ¡nosotros podemos! Esto sale a colación porque viene de una persona cuya lengua materna es el coreano, llegando a México tuvo que aprender español, y ya estando aquí nos da clases de japonés porque lo estudió en la preparatoria.

Intentando comparar mi problemática -nunca se puede comparar objetivamente- con la de ellos y lo que han pasado, lo mio -desde mi punto de vista- es poca cosa. Ya se que no todos enfrentamos la vida de la misma manera, ni tenemos las mismas experiencias, ni respondemos igual ante la misma situación, pero todo esta en intentarlo. Si no se hace esto, entonces, ¿dónde queda el reto?, ¿dónde queda la satisfacción de un logro propio?, ¿dónde queda el aprendizaje de caer y volver a levantarse para otro intento?

Entonces, desde esta óptica, no hay nada perdido: ni tiempo, ni dinero ni esfuerzo; porque es en pro de mi crecimiento personal con mi pequeña -pero para mí, significativa- promesa: intentar hacerlo mejor la próxima vez.

jueves, 9 de octubre de 2008

Miedo

Es ese sentimiento que viene a mi cuando no se lo que va a pasar, cuando no estoy segura de lo que estoy haciendo ni de como lo estoy haciendo.

Viene como consecuencia de algo mal hecho -u omitido- o bien hecho, pero que acarrea consecuencias que no se como afrontar. Me siento desprotegida y me recrimino a mi misma por llegar a esa situación. Es como echarse una misma la soga al cuello.

El sentimiento me hace sentirme decaida, triste, acomplejada, sola y poca cosa. Se que tengo que superarlo, el problema es que la gran mayoria de las veces no se como hacerlo y se apodera de mi la inexperiencia, la frustracion, el temor, las ganas de llorar y las ganas enormes de desaparecer. También se que los problemas no se solucionan solos y se tienen que enfrentar con madurez -yo me exijo a mi misma ser aunque sea un poquito madura- y no salir huyendo.

No me gusta sentirme así -supongo que a nadie-, pero sin embargo muchas veces me siento así aun no se como enfrentarlo. Ella dijo algo muy importante: nosotras podemos. Sin embargo, una vez que este sentimiento se apodera de mí, de poco sirve el nosotras podemos.

Yo misma lo he dicho muchas veces: dejar de preocuparse y empezar a ocuparse, pero a veces, ni con esto alcanza para salir del problema. Sin embargo, no hay de otra: seguir intentando, aunque se muera en ello, así al final por lo menos se podra decir: lo intenté.

viernes, 3 de octubre de 2008

Te tengo que dejar ir

El tema del día de hoy: te tengo que dejar ir. Problema: ¿Cómo si no estoy preparada para ello? Es más uno nunca esta listo para enfrentar este tipo de cosas, por que: ¿Cómo enfrentarse a algo que no se espera?

Cuando esto se estaba acabando, sentí ese hueco en el estomago, como cuando presientes que algo malo va a pasar -y no estaba tan equivocada-, como cuando sientes que algo ha cambiado y no hay marcha atrás y lo sabes, pero no quieres enfrentarlo y prefieres seguir fingiendo demencia otro rato. Hasta que decirlo es inevitable.

Entonces es cuando el mecanismo de defensa entra en acción: puedo ignorarlo un rato, aparentar que no duele, intentar sonreir. Pero, ¿sabes algo? Eso no funciona, tal vez cubre las apariencias, esconde a primera vista las grietas pequeñas, pero las fracturas enormes estan ahí, escondidas en el fondo.

Ahora, para dejarte ir, no puedo estar tirada, creo que por fuerza tengo que estarme levantando -imposible estar levantada tan pronto-. Ah, es tan difícil de explicar, aquí va mi intento: estar juntos era como estar en las nubes, caminar en algo tan suave, el mundo parecía tan lindo; sin embargo, cuando todo terminó, me caí de la nube, se camina entre espinas y el mundo es tan cruel.

Entonces al caerme de la nube, todo cambia: los colores se van, la luz ya no es la misma, los sonidos y formas parecen estar tan distantes. Y estando aquí tirada volteo hacia arriba y me doy cuenta de que estoy en el suelo, pero no puedo levantarme, no tengo fuerzas, no en este momento y la gente pasa a mi alrededor, me ven, pero no me ayudan a levantarme -aunque me tiendan la mano-. ¿Por qúe? Pues porque tengo que hacerlo yo sola.

Tengo que levantarme por mis propios medios, intentarlo hasta lograrlo. Dicen que el tiempo lo curara, pero es tan reciente, que parece que la herida no va a cerrar. Y entonces si: una vez en camino a ponerme de pie -o ya estandolo- es cuando te voy a dejar ir, es cuando de este lado va a haber una liberación. Tu ya te pudiste haber ido desde hace mucho tiempo atrás, pero me quedaba el recuerdo, la sombra a la que sigo aferrada y que tanto daño me hace.

¿Qué debe de tener un lado bueno? Tal vez, no me he preocupado en buscarlo en este momento, creeme que ahora lo que menos pienso es que esto me va a servir y que tiene una enseñanza de vida. De que lo tiene, lo tiene, pero tengo que estar en pie y haberte dejado ir para comprenderlo.

Signos de inmadurez

Platicando con un amigo sobre el tema, me he dado cuenta de que tener cosas en común con la otra persona no garantiza que la situación sea más fácil o llevadera. De todos modos los conflictos son los mismos y las caidas duelen igual.

Cuando hablamos de nuestras experiencias al respecto, me dijo algo que al parecer viene a explicar el comportamiento de: son signos de inmadurez.

Realmente no puedo catalogar la inmadurez -o la madurez de una persona- por edad, porque no es el único factor que influye al respecto. Mi experiencia me ha demostrado que la madurez puede presentarse a muy temprana edad y la persona ser muy centrada y coherente en lo que es y hace; o bien, no presentarse...

El punto importante aquí es: ¿la madurez ayuda a que la relación sea más estable?, ¿a ver las cosas con más claridad?, ¿a poner en orden los sentimientos?

miércoles, 1 de octubre de 2008

Lagrimas

Una reflexión más: cuando sientes que todo va mal y de plano no sales del agujero, ¿por qué llorar?, ¿para quién llorar? Con llorar no se soluciona nada, eso es un hecho comprobado por mi misma, sin embargo, cómo ayuda a sacar lo que traes dentro. Llorar es abrir esa compuerta de sentimientos encerrados -es como abrir esa válvula de escape que tienen las ollas de presión-.

Así como llorar puede ayudar a sentirse mejor, también puede hundir más, hacer sentir más miserable de lo que de por si ya uno se sentía, pero como digo yo: no importa que ayude o que empeore la situación, lo que importa es sacarlo.

Todos venimos con nuestro costal de piedras incluido, empieza vacío, pero al recorrer el camino, se va llenando, a veces nosotros mismos ponemos las piedras mas pesadas, a veces los demás también cooperan. El punto esta en que no debemos -ni podemos- cargar con todas ellas a lo largo de la vida: hay que ir dejando unas cuantas por salud mental -y sentimental-.

Nadie ha dicho que es fácil y que no va a doler, generalmente es lo contrario. Pero no todo esta tan mal: los amigos, la familia -y quien se deje- ayudan en el proceso. Al final del día, es un autoexsorcismo, uno mismo contra uno mismo. Sin embargo, los antes citados ayudan a que la caida no duela tanto e incluso a veces levantan los pedazos y con paciencia -y cariño- vuelven a armar el desastre con el que se encontraron.

Entonces mi conclusión es: llora todo lo que quieras, desahogate, grita, patalea, berrea, llora discretamente, solloza, rie por fuera y llora por dentro... Lo que sea, lo que quieras con tal de sacarlo e intentar -solo intentar- seguir adelante.