jueves, 16 de octubre de 2008

Yo puedo

Bueno, ya basta de andar chillando por los rincones, de andar dando pena ajena, de tirarse al drama y esperar de los demás algo que de sobra sé que no me van a dar -porque no lo tienen, no lo quieren dar, o no saben que lo necesito-.

Mi amigo del alma tiene razón al decirme que de nada sirve andar triste si con esto no se arregla nada, es mas el mismo me prohibió andar haciendolo: tienes que dejar de preocuparte y empezar a ocuparte. Sabias palabras, sobre todo viniendo de alguien que se las anda viendo mucho mas negras que yo. Eso es perseverancia y merece mi admiración y respeto.

Aun más: mi querida maestra al ver que no todos podíamos hacer lo que nos pedía, lo volvió a explicar una vez mas y al ver que seguíamos sin entender, lo volvió a explicar una tercera vez. Y al finalizar nos dijo: si muy bien, ¡nosotros podemos! Esto sale a colación porque viene de una persona cuya lengua materna es el coreano, llegando a México tuvo que aprender español, y ya estando aquí nos da clases de japonés porque lo estudió en la preparatoria.

Intentando comparar mi problemática -nunca se puede comparar objetivamente- con la de ellos y lo que han pasado, lo mio -desde mi punto de vista- es poca cosa. Ya se que no todos enfrentamos la vida de la misma manera, ni tenemos las mismas experiencias, ni respondemos igual ante la misma situación, pero todo esta en intentarlo. Si no se hace esto, entonces, ¿dónde queda el reto?, ¿dónde queda la satisfacción de un logro propio?, ¿dónde queda el aprendizaje de caer y volver a levantarse para otro intento?

Entonces, desde esta óptica, no hay nada perdido: ni tiempo, ni dinero ni esfuerzo; porque es en pro de mi crecimiento personal con mi pequeña -pero para mí, significativa- promesa: intentar hacerlo mejor la próxima vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario