miércoles, 29 de octubre de 2008

Libros, libros y mas libros

Uno de los mejores placeres de la vida: leer. Si, ya se que no a todos les gusta leer -aún no entiendo bien el por qué-, supongo que existen diversas circunstancias que hacen que la gente le agarre aversión a la lectura.

Sin embargo, considero que el mundo de los libros es maravilloso: llegas hasta donde tu imaginación te de, no hasta donde el autor marca -siempre se puede ir más allá-, abres tu mente a otras formas de pensar, a otras formas de ver la vida y de pasadita adquieres un poquito de vocabulario. Incluso en el mejor de los casos haces tus ensayos -muchos medio o totalmente fallidos, como este- con la aspiración a algún día lograr algo coherente y legible.

Otro punto importante es realizar el "ritual" de ir a una biblioteca: tantos libros de tantos temas ahí juntos, simplemente maravilloso y encantador. Hay de todo, desde el libro más serio y formal hasta aquellos que cuentan chistes para atraer al lector. Para mí es como realizar un mini-retiro espiritual, aislarse del mundo, del ruido, de las (pre)ocupaciones: saltar la rutina.

Es por ello que cada que voy a una biblioteca mi mente no alcanza a comprender como es que hay gente que puede rayar o mutilar un libro, como si de por si la situación de la lectura en México no anduviera mal...

Pero volviendo al punto focal: yo considero que la lectura comienza como una obligación -recordando la primaria- despúes tal vez se convierta en un habito -recordando la secundaria-, pero el verdadero salto importante se da cuando se convierte en un placer, cuando no se hace por obligación o por necesidad, si no por aquella pasión de entrar en otro mundo -que muchas veces no es el real o en el que nos desenvolvemos- y entonces se da de forma natural.

No todos pasan por este proceso, porque cada cabeza es un mundo, sin embargo así fue como me paso a mí, aunque mucha gente se queda en el "leer por obligación" y nunca le encuentran el gusto. Yo en lo personal pase de la "obligación" al "habito" gracias a mi maestra de español de la secundaria. Sin embargo, el gusto real por la lectura lo tuve hasta la preparatoria y fue gracias a mi profesor de literatura.

Lo anterior me lleva a decir que él como se nos presenta un libro es también un factor importante en nuestra relación con la lectura: si se hace de forma atrayente, casí como seduciendonos, el caer es más fácil. Yo puedo decir que fue gracias a como se me presentó un libro es que le tomé gusto a la lectura y me considero afortunada de haber sido atraída hacía ellos.

Cada que entro a una biblioteca y me siento a leer un libro, siempre me llega como que el momento de la "reflexión" y es inevitable volver a recordar mi camino obligación-habito-placer, me hace acordarme de personas, situaciones y otros libros. Por que además hay un plus: los libros no son celosos entre ellos, al contrario: puedes tener siempre más.

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